El CEO de Amazon responde a denuncias por malas condiciones laborales

18.08.2015 | Mundo

Los reporteros de The New York Times, Jodi Kantor y David Streitfeld, escribieron un artículo que denuncia maltratos laborales en Amazon a partir de entrevistas a más de 100 empleados y ex-empleados de la empresa. El CEO de Amazon responde a estas denuncias. En 2014 fue elegido como el peor jefe del mundo por más de 20 mil personas. 


El artículo de The New York Times describe una sobrecarga de presión de Amazon para con sus empleados. Muchos empleados dicen pasar horas trabajando en casa casi todas las noches o los fines de semana. 

Los jefes, de acuerdo con el informe, se ven obligados a despedir a los empleados que menor puntuación obtienen.

Incluso, algunos empleados habrían llegado a enfermar por estas situaciones de altísimo estrés y constante exigencia, donde el trabajo es primero que la familia. Por ejemplo a una vendedora se le obligó a descargar una aplicación en su teléfono celular para dar seguimiento a su paradero las 24 horas del día y administrar sus tiempos.

Los empleados denuncian dinámicas de trabajo en extremo competitivas, por ejemplo cada empleado debe “acabar con las ideas de otros” en las reuniones.

Otro ejemplo que cita el NYT es el directorio telefónico interno de la empresa que instruye a colegas sobre cómo enviar información secreta a otros jefes. Los empleados dicen que se utiliza con frecuencia para sabotear a los jefes. (La herramienta ofrece textos de ejemplo, incluyendo lo siguiente: "Me sentí preocupado por su falta de flexibilidad y porque se quejó abiertamente por tareas de menor importancia.")

Un ex director de recursos humanos describió la forma de trabajo como  "darwinismo con propósito".

El artículo cuestiona que los experimentos de la empresa, como por ejemplo las entregas con drones y la reposición de papel con solo tocar el botón del baño, están presionando a los trabajadores de cuello blanco a volver a dibujar los límites de lo que es aceptable.

El CEO de la empresa, Jeff Bezos, ya había sido cuestionado por malas condiciones laborales y hasta fue elegido por más de 20 mil personas como peor jefe del mundo en el Congreso Mundial de la Confederación Sindical Internacional celebrado en Berlín en 2014. 

La empresa en aquel momento fue cuestionada por malos tratos como hacerlos caminar 24 km al día para moverse entre almacenes, y prohibir a las ambulancias el ingreso a los almacenes.

“Amazon en Alemania trata a sus trabajadores/as como si fueran robots. La empresa no esconde que en tan solo unos pocos años les sustituirá por robots. Se trata de una rica empresa estadounidense que opera a escala mundial despreciando la dignidad y los derechos de la gente trabajadora”, denunció una delegada sindical.

“A los trabajadores/as de los centros de distribución de Amazon les obligan a llevar un terminal digital en el brazo que controla todos sus movimientos. No existe ningún protocolo acordado sobre pausas o velocidad y la cultura de acoso y maltratos es generalizada. Asimismo, regañan al personal simplemente por hablar entre ellos o incluso por parar a recuperar el aliento”.

Los 100 empleados y ex empleados entrevistados por el diario The New York Times afirmaron la imposibilidad de conciliar su vida laboral y personal. John Rossman, un ex ejecutivo de Amazon, publicó un libro “The Amazon Way” que explica la tensión que viven los empleados que trabajan en esta empresa. “Es el mejor lugar para odiar mi trabajo”, afirmó Rossman. “ Amazon tiene la filosofía de que el conflicto provoca la innovación".

The New York Times cuestiona como ilegal el acuerdo de confidencialidad que Amazon hace firmar a sus empleados sobre lo que sucede en las oficinas. La compañía autorizó sólo a un puñado de altos directivos para hablar con los reporteros de este artículo.

Bezos respondió al artículo diciendo que no reconoce a la empresa que él dirige en la ​​que describe el diario. “El artículo del NYT describe importantes anécdotas con prácticas de manejo de gente sorprendentemente insensibles, incluyendo a personas que están siendo tratadas sin empatía mientras soportan tragedias familiares y problemas graves de salud. El artículo no describe el Amazon que yo conozco o a los Amazonians con los que trabajo todos los días”.