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Una mirada a los bioplásticos y su uso en envases sustentables

18.07.2018 | Packaging Sustentable

El uso de materiales plásticos de origen biológico se discute como una de las alternativas para reducir el impacto ambiental de los residuos derivados de uso de envases de productos. Un análisis de su viabilidad y de las estrategias de las principales empresas de consumo masivo.


La presencia de plásticos y, principalmente los microplásticos, en todos los ecosistemas y su incremento en los cuerpos de agua ha puesto en alerta el mundo sobre la problemática y las posibles soluciones. Para ello diferentes industrias, están uniendo esfuerzos en el desarrollo de los bioplásticos, en reemplazo del plástico común.

Pero ¿qué son los bioplásticos? Según el Consejo Argentino para la Información y el Desarrollo de la Biotecnología (ArgenBio), se denomina bioplástico a aquellos plásticos que que esencialmente derivan de recursos renovables, como el almidón y la celulosa de las plantas. Por lo tanto, estos bioplásticos conservan la características del plástico tradicional, pero, dentro de su composición reemplazan,-en parte-, el petróleo por material renovable.

Dentro de los compuestos biológicos, se encuentran los cultivos o sus desechos (caña de azúcar, almidón, entre otros), pero también los bioplásticos se pueden fabricar a través de procesos de fermentación bacteriana.

Dependiendo del proceso y los compuestos a utilizar se pueden formar diferentes tipos de bioplásticos, más flexibles o rígidos, y se los pueden emplear para productos descartables como cucharas y vasos o para envasar alimentos y bebidas.

En este contexto, algunas de las principales empresas ya lo han comenzado a utilizar. Marcas como Coca-Cola, Heinz, Procter & Gamble y Johnson & Johnson lo utilizan para envases de sus diferentes tipos de productos. Uno de los casos más conocidos fue el de Coca-Cola con la PlantBottle, que está fabricada parcialmente con plantas, -posee un 30% de etanol de origen vegetal-, logrando una botella de PET tradicional, pero con recursos renovables.

La utilización de estos materiales conlleva dos grandes beneficios: permiten el ahorro en recursos fósiles mediante el uso de biomasa que se regenera (anualmente) y proporciona el potencial único de neutralidad de carbono. Asimismo, permite reducir las emisiones de GEI, ya que las plantas absorben el dióxido de carbono y lo transforman en biomasa, que sirve para la producción de plásticos de base biológica.

Pero como impacto negativo se plantea el uso de la tierra y la seguridad alimentaria, ya que la producción a gran escala de bioplásticos podría tener un impacto negativo en la disponibilidad de alimentos y causar un aumento de sus precios. Aunque, actualmente, los bioplásticos no tiene un uso significativo de la tierra, - la superficie requerida para producir la materia prima de los bioplásticos es menos del 0,016% de un total de 5 mil millones de hectáreas del área agrícola mundial-, los impactos deben tenerse en cuenta, principalmente por su rápido crecimiento. Lo que también presenta una oportunidad única de producir sosteniblemente, ya que, al establecer una gran barrera para el desempeño ambiental de los bioplásticos y biomateriales, y al demostrar que se puede alcanzar esta barrera, brinda a las bioindustrias emergentes un modelo a seguir.

¿Pueden los bioplásticos reemplazar a los convencionales?

La organización European Bioplastics, en cooperación con el instituto de investigación nova-Institute, anunciaron que la capacidad de producción mundial de bioplásticos aumentará de alrededor de 2,05 millones de toneladas en 2017 a aproximadamente 2,44 millones de toneladas en 2022, representando alrededor de 1.03 millones de hectáreas (0,021 % del área agrícola global).

Se estima que algunos materiales crecerán un 50 % para 2022 en comparación con 2017.

En relación a su precio, en la última década ha estado disminuyendo continuamente, pero el costo de la investigación y el desarrollo aún representa una parte importante de la inversión en y tiene un impacto en los precios de los materiales y productos. Además, los bajos precios actuales del petróleo están dificultando que los bioplásticos logren niveles de precios competitivos en comparación con los plásticos convencionales en la actualidad.

Pero en la medida que más empresas y marcas se cambien a plásticos biológicos, y aumente la demanda y los procesos de producción sean más eficientes, el aumento de los volúmenes de bioplásticos en el mercado y la expectativa de que los precios del petróleo vuelvan a subir, los costos de los bioplásticos podrán ser competitivos con los de los precios convencionales del plástico.

Con respecto a la industria, Europa ocupa el primer puesto en el campo de investigación y desarrollo y es el mercado más grande de la industria en todo el mundo. Representa un quinto de la capacidad de producción mundial de bioplástico. Pero con vistas a la producción real de bioplásticos y el desarrollo de la capacidad regional, Asia es un importante centro de producción. En 2017, el 56% de los bioplásticos se produjeron allí.

Usos del bioplástico

En 2017, de los 2,05 millones de toneladas que se produjeron, casi el 60 % (1,2 millones de toneladas) del volumen fue destinado al mercado del envasado, el mayor segmento de mercado dentro de la industria de los bioplásticos. Por ejemplo, las aplicaciones rígidas de bioplásticos están disponibles para envases de cosméticos de cremas y labiales, así como de botellas de bebidas y muchos más.

Una de las principales compañías productoras de bioplástico es Braskem S.A con base en São Paulo. La compañía ha estado trabajando en el desarrollo de envases con diversas compañías, como en el caso de Natura, que, en 2010, se asoció a Braskem, para incorporar plástico verde (PE Verde), fabricado a partir de la caña de azúcar en sus envases, en su línea EKOS, Tododia, Plant, Mamá y Bebé y Tez, entre otros.

El uso del plástico verde evita la emisión de casi 5 mil toneladas de carbono en un año. El uso de Green Plastic en sus envases forma parte de la Campaña Natura Carbon Neutral, que tiene como objetivo reducir las emisiones de carbono de los productos y de la cadena de producción.

Asimismo, en 2014, Tetra Pak anunció que todos sus envases producidos en Brasil utilizarán el polietileno de baja densidad (LDPE) hecho a partir de la caña de azúcar. Esto significa que más de 13 mil millones de envases de cartón serán producidos anualmente con la materia prima renovable, que estará presente en las capas protectoras de los envases.

De esta manera, es la primera empresa en el mundo en utilizar biopolímeros en envases de cartón. Combinado con papel, proveniente de bosques certificados por el FSC® (Forest Stewardship Council®), el plástico verde aumentará el porcentaje de materiales renovables en el embalaje hasta un 82%.

También Johnson & Johnson lanzó su línea Sundow, de productos de protección solar, con un nuevo empaque que contiene polietileno de caña de azúcar. El paquete contiene 60% de plástico verde y 40% de material reciclado, para ayudar a evitar la eliminación innecesaria de desechos sólidos.

Otra de las principales productoras de bioplásticos es el Grupo Novamont, ubicado en Italia.

Como producto destacado, en 2015 Novamont y Lavazza presentaron la primera cápsula de espresso italiano compostable.

Por otro lado, como ya se mencionó anteriormente, Coca-cola ha trabajado el tema con los envases PlantBottle, que reemplazan un ingrediente tradicional, basado en fósiles, con materiales renovables hechos de plantas. Desde el lanzamiento del material en 2009 hasta diciembre de 2015, más de 40 mil millones de paquetes de PlantBottle han llegado al mercado en más de 40 países. En junio de 2015, Coca-Cola dio a conocer el 100% de PlantBottle, que es el primer prototipo de botella de PET fabricada en su totalidad con materiales vegetales.

Estos envases representan el 29% del volumen de envases de la empresa en América del Norte y el 8 % en todo el mundo, lo que convierte a Coca-Cola en el mayor consumidor mundial de bioplásticos.

Actualmente, se sigue impulsando el uso de Plant Bottle en todo el sistema  con iniciativas para bajar costo. Pero, por su parte, la South Latin Business Unit (SLBU), lo dejó de comprar por esa misma razón, aunque Chile sigue reportando un remanente”, confirmó una fuente del Sistema Coca Cola.

Además de la industria del packaging, otros sectores también han incursionado en los bioplásticos como la automotriz Ford, que se asoció a José Cuervo para crear piezas bioplásticas del agave, -planta utilizada para producir el tequila-. A través de la asociación, Ford esta investigación para usar los restos del agave en componentes exteriores tales como mazos de cables, unidades de aire acondicionado y cajas de almacenamiento. Las evaluaciones iniciales indican que el material es muy prometedor debido a su durabilidad y cualidades estéticas.

Otra industria que se ha sumado, es Lego, anunciando que las piezas que reproducen elementos “botánicos”, como hojas, arbustos y árboles, estarán fabricados con bioplástico y se comercializarán en 2018. Para ello se unió a Braskem, que empezará a proveerle este año el Plástico Verde I’m green™, elaborado a partir de la caña de azúcar.

Cabe destacar, que para casi todos los materiales y aplicaciones plásticas convencionales existe una alternativa de bioplásticos disponible en el mercado, que tiene las mismas propiedades.

De todas maneras, tanto para los bioplásticos y los plásticos, la mejor solución posible debe ir encaminada a incrementar el reciclaje de los materiales”, analiza un experto de de la industria del consumo masivo.  


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