El Grupo brasileño Votorantim midió el ROI de su inversión en RSE

16.08.2017 | Inclusión

La empresa brasileña Votorantim Cementos desarrolló un modelo de medición del retorno de la inversión social que demuestra con indicadores cuantitativos cómo "los proyectos de RSE pueden incrementar el valor de una empresa o pueden reducir el valor que está en riesgo”.


El Grupo Votorantim es una empresa brasileña, que está presente en más de 20 países y que tiene 99 años de actividad. Por medio de Votorantim Industrial (VID), opera en sectores industriales que demandan capital intensivo y una alta escala de producción. El modelo de actuación es multiplataforma, con diferentes negocios y una amplia gama de productos, servicios y oportunidades. Votorantim está presente en segmentos muy diversos como cementos, metales, siderurgia, energía, celulosa y agroindustria. Algo muy usual en Brasil, la empresa gestiona su inversión social privada a través de un Instituto dedicado exclusivamente a la responsabilidad social, similar a una fundación corporativa.

El caso emblemático de la empresa fue desarrollado en la localidad de Primavera, en el estado de Pará, cerca de la selva amazónica en 2010. Allí, Votorantim Cementos empezó a construir una fábrica, con una inversión fuerte en una planta muy moderna dentro de un entorno que dificultaba encontrar mano de obra calificada e infraestructura pública de calidad. “La comunidad era una de las más pobres de Brasil, con un 50% de su población por debajo de la línea de pobreza y el desafío era cómo promover el desarrollo local y cómo garantizar la confianza de la población en la compañía”, comenta Rafael Gioielli, del Instituto Votorantim.

El proyecto “Primavera Sostenible” se desarrolló durante seis años y, entre otra acciones, creó una biblioteca, un museo, se fortaleció una cooperativa de agricultores para la producción de alimentos y se reformaron dos escuelas, con costo total fue de 10 millones de reales.

Para calcular estos resultados, Votorantim Cementos contó con la experiencia de la Red de Empresas Multinacionales de Países Emergentes (EMM Network), la Agencia de Cooperación Alemana (GIZ) y la Fundación Getulio Vargas (FGV). Se utilizó el modelo de flujo de caja descontado, que comparó el Valor Presente Líquido (VPL) de escenarios con y sin las inversiones de Votorantim Cementos. La cifra de retorno fue de R $ 4,54 para cada real invertido.

Para que los directivos de las empresas puedan entenderlo planteamos una metodología del flujo de caja descontado, que consiste en estimar los futuros flujos de caja de la empresa y descontar por el riesgo del negocio, trayendo el valor presente”, agregó Gioielli.

Para medir el retorno de esta inversión social, la empresa calculó el saldo final de la relación entres tres variables de “entradas” y tres de “salidas”. Por un lado, costos evitados, ahorros y valor agregado. Por otro lado, inversión directa, costo de equipo y costo logístico. Dicho saldo terminó siendo de 11 millones de reales, es decir, muy superior a la inversión total. Entre las entradas más importantes se calculan casi seis millones de costo evitado de mano de obra, generado por la capacitación realizada sobre la comunidad. “Así, demostramos a la Junta Directiva de la empresa que un proyecto de 10 millones trae retorno para la compañía. Y esta metodología la estamos replicando en otras ciudades porque sabemos que el retorno puede ser muy fuerte”, concluyó Gioielli.

Este modelo de medición del retorno de la inversión social fue uno de los puntos más destacados de la Séptima Conferencia Internacional del IARSE, que contó con la disertación de Rafael Gioielli y Edson Ferreira de Souza Junior, miembros del Instituto Votorantim, organismo encargado del estudio y desarrollo de la responsabilidad social para las empresas del grupo brasileño.

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