La innovación social como imperativo para resolver algunos de los desafíos del siglo XXI

28.03.2017 | Entrevistas

Ana Mercedes Botero, Directora corporativa de Innovación Social en CAF-Banco de desarrollo de América Latina, dialogó con ComunicaRSE sobre las dificultades que enfrentan los emprendedores en América Latina y sobre el aporte de la innovación social a los mayores desafíos de nuestra región.


¿Cuáles son los desafíos y las mayores dificultades que deben enfrentar los emprendedores en América Latina?

Los emprendedores sociales enfrentan desafíos muy complejos. No es nada fácil ser emprendedor social en América Latina. Contestando a tu pregunta, yo mencionaría dos principales retos, uno relativo a la escala y otro en materia de ecosistemas favorables a la innovación social. En cuanto al primero, los emprendedores sociales, no sólo los de Ashoka, se enfrentan con la complejísima tarea de escalar, una tarea por lo demás urgente, que toda América Latina tiene por delante. Y por supuesto para escalar, es fundamental que los emprendedores sociales cuenten por lo menos -aunque siempre hay excepciones- con la sistematización de su modelo y con una estrategia de sostenibilidad que les permita crecer, sostenerse en el tiempo y generar el impacto social deseado; de lo contrario, muy probablemente quedarán  atrapados en un proyecto pequeño, de impacto muy limitado y sin gran proyección.  En cuanto a lo segundo, la insuficiencia de ecosistemas, es decir, de actores y factores habilitantes que contribuyan con un entorno más favorable y atractivo para que la innovación social prospere y se multiplique en la región. Esto incluye la articulación de actores como hacedores de política pública, empresarios, inversionistas de impacto, donantes; y la concurrencia de factores como el conocimiento, asistencia técnica, tecnología, política pública, legislación, regulaciones  abiertas que promuevan la innovación social, financiación, sea de crédito o de donación,etc. En este sentido, Innovación Social CAF en alianza con Ashoka, contribuye, además de recursos financieros, con el fortalecimiento de capacidades de los emprendedores al tiempo de articular y construir confianza entre todos los actores  del ecosistema, facilitando conexiones y relaciones estratégicas. Si comparas con países desarrollados, encontrarás que existe un entorno mucho más favorable a la innovación social que en nuestros países y que se concreta en legislación de avanzada, en menos burocracia, en una mayor disponibilidad de herramientas tecnológicas para escalar, en trámites simples y expeditos, en mecanismos de financiamiento apropiados a la innovación, en un mayor conocimiento y en general, en facilitarle la vida al emprendedor social reconociendo de antemano, el gran valor que sus modelos aportan a la sociedad.

 

Se suele asociar a la innovación con la tecnología y las empresas. ¿Cuál es el aporte que tiene la innovación a los desafíos sociales de América Latina?

Es cierto que la innovación tecnológica y empresarial es la que más se conoce. Y hay mucha más literatura al respecto. Ello responde principalmente a que está asociada con oportunidades de negocio, con la generación de lucro; a diferencia de la innovación social cuya motivación principal es la creación de valor social. Aunque parezca obvio decirlo, el mundo está cambiando a una velocidad vertiginosa y existe una diferencia significativa - y me temo que creciente- entre la escala de los problemas que enfrentamos y la escala de oferta de posibles soluciones. En consecuencia necesitamos no sólo más y mejores soluciones sino soluciones nuevas y diferentes. Tenemos que pensar en formas distintas de hacer las cosas. Nuevos enfoques, nuevas miradas a muchos de los problemas de siempre. Einstein decía que " si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo".  En resumen, la innovación social es un instrumento  que puede contribuir al desarrollo sostenible y a la resolución de los algunos de los problemas sociales del siglo XXI. Consciente  de ello, CAF crea la oficina de Innovación Social- que tengo el privilegio de liderar- como un laboratorio que explora, ensaya y financia ideas, enfoques y dinámicas que tengan el potencial de convertirse en soluciones útiles y sostenibles a los problemas sociales de América Latina.

Te doy dos ejemplos en los que estamos trabajando. El primero: avanzamos muy positivamente en la adaptación de un modelo alemán - proveniente de un fellow Ashoka- que utiliza las altas habilidades sensoriales de mujeres con discapacidad visual en la detección temprana de cáncer de seno con el objetivo de aliviar dos problemas críticos en América Latina: uno de salud pública porque es el cáncer que más mata mujeres en la región y otro porque genera oportunidades de trabajo en un colectivo tradicionalmente excluido del mercado laboral. Este es un caso de innovación social interesantísimo porque se aborda la discapacidad desde la capacidad, desde el talento ya que las mujeres invidentes, capacitadas en este método de palpación, pueden detectar masas de tejido hasta un 40% más pequeñas que las detectadas normalmente en la práctica médica.

Paso a un segundo ejemplo. Como bien sabes, dado que los esfuerzos de rehabilitación convencional en cárceles están lejos de ser exitosos, estamos experimentando con la puesta en marcha  de empresas sociales al interior de centros penitenciarios- alejándonos del modelo tradicional de la maquila- empresas fundamentadas en un equilibrio entre productividad y bienestar con el fin de construir  puentes efectivos de reconexión entre el recluso y la sociedad y generar inclusión social. Esto nos recuerda la sabiduría del papa Francisco al afirmar que el recluido no es un excluido.

En 2015 se dio a conocer una alianza con el Sistema B en América Latina, ¿En qué consiste esta alianza? ¿En qué países se aplica?

Desde hace poco más de tres años que nosotros, desde Innovación Social CAF, impulsamos el movimiento de las empresas B, un movimiento extraordinario que surge  como una respuesta desde el sector privado a los problemas sociales y medioambientales del entorno, buscando crear un nuevo paradigma del éxito empresarial que, no sólo busca el retorno financiero sino la transformación positiva de los entornos competitivos y sociales en los que participa.  El movimiento B, nacido originalmente en Estados Unidos, ha conseguido en pocos años certificar a 270 empresas como empresas B en 11 países de la región. La alianza con CAF cobija varios frentes: la promoción y fortalecimiento de empresas B, el , la traducción al castellano de herramientas fundamentales como la evaluación de impacto B, la expansión del movimiento a más países de la región, el impulso a la Academia B - red académica y de conocimiento que reúne a universidades de toda la región para capacitar a los futuros líderes empresariales y del sector público en hacer empresa de triple impacto. Adicionalmente y de forma muy importante, apoyamos el trabajo de grupos jurídicos en varios países para la construcción de marcos legales favorables a estas empresas. Te comento que ya existe legislación en trámite en países como Chile, Colombia y Argentina para institucionalizar la figura de las empresas B. Resumiendo, Innovación Social CAF apoya la construcción de un ecosistema que facilita un rol positivo y protagonista de las empresas como agentes de cambio social.

 ¿Estuviste hace poco en Argentina, en el evento realizado junto a Ashoka dirigido a los emprendedores?

Hemos sido parte de la preparación y organización del evento “GlobalizerX", un evento junto a Siemens y Ashoka, que apunta al fortalecimiento de capacidades de los emprendedores Ashoka con el fin de contribuir con el potencial de escala e impacto de sus modelos y soluciones. El evento es muy interesante y enriquecedor para todas las partes. En mi rol de asesor estratégico, y previa lectura de los casos, se entabla una conversación bilateral con cada emprendedor, muy grata y dinámica, en la que por un lado, cada uno de ellos describe el camino recorrido, los resultados alcanzados, la metodología del modelo, las oportunidades y desafíos que tiene por delante, etc. Y por el otro, el asesor hace preguntas y da sugerencias y recomendaciones - que puedan contribuir a que el emprendedor mejore y se fortalezca , y/o bien sistematice, replique, escale o en muchos casos, profundice su modelo. Es un diálogo en que ambas partes crecen y se fortalecen; siempre desde el respeto y la humildad. Yo salgo infinitamente agradecida por la oportunidad de conocer y conversar con personas con tanta dedicación, compromiso, disciplina, tenacidad, perseverancia y pasión por hacer del mundo, un mundo mejor.

Por último, te comento que una  colega de CAF, del área de Investigaciones económicas y sociales de CAF, me acompañó a la jornada de Globalizer y presentó el informe RED sobre habilidades para el trabajo y para la vida. Como bien sabes, las habilidades son el sostén del capital humano, es decir,  las capacidades con las que cuenta una persona para resolver de manera eficaz distintos problemas. Pero estas habilidades no solo incluyen el conocimiento o el razonamiento abstracto, sino también aspectos de la personalidad, creencias y hasta destrezas físicas. En este sentido, el informe - que será presentado en mayo aquí en Argentina- propone que para mejorar la calidad de vida en América Latina se necesita mejorar el capital humano, no sólo desde el modelo tradicional educativo sino desde el impulso de la familia y la comunidad para construir habilidades que van más allá del conocimiento formal y que abarcan dominios muy diversos, que incluyen aspectos mentales, físicos y emocionales.  El informe es sumamente interesante y representa un gran aporte a la agenda de política pública en la región. Vale la pena leerlo.   

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