El cabildeo corporativo puede importar más que las emisiones

¿Qué empresas lideran el lobby estratégico a favor del Acuerdo de París?

05.04.2018 | Cambio Climático

InfluenceMap selecciona a 20 líderes que abogan por políticas climáticas ambiciosas en una amplia gama de sectores y regiones.


Hoy en día, la mayoría de las compañías divulgan el impacto ambiental de sus operaciones, incluso de manera voluntaria o presionado por sus accionistas. Pero las políticas climáticas corporativas y el lobby pueden ser incluso más importantes que las emisiones de dióxido de carbono. Un nuevo informe ha presentado una forma de cuantificar qué empresas están tratando de presionar a favor o en contra de las políticas que conducirían a una menor contaminación.

Los analistas intentan simplificar un problema difícil. Por definición, las personas y las empresas con poder tienen más influencia que otras personas para cambiar las políticas públicas. Este poder es notoriamente difícil de cuantificar. Las personas o instituciones "tienen" o "no tienen" poder de lobby, pero no de la manera en que tienen o tienen objetos físicos como lápices.

La Lista A de Compromiso con la Política Climática de InfluenceMap exige que la empresa no solo exhiba un liderazgo sectorial en políticas climáticas sino que tenga suficiente apoyo para incidir en las políticas públicas. La lista se actualizará semestralmente, la próxima se publicará en septiembre de 2018 con un adicional de 10 compañías probablemente agregadas. Los vínculos estratégicos con las asociaciones comerciales que se oponen de manera flagrante a la política climática podrían descalificar a una empresa de la lista.

La lista A incluye a líderes de la sostenibilidad como IKEA, GSK y Unilever, pero también incluye seis empresas europeas EDP, EnBW, ENEL, SSE, National Grid e Iberdrola que entre ellas operan una importante capacidad de energía renovable en Europa y grandes sectores de América del Norte y del Sur.

Asimismo califica positivamente a las empresas orientadas a la tecnología como Apple, Amazon y Google que también forman parte de la lista. Al igual que las empresas de servicios públicos, tienen un interés estratégico en impulsar energía baja en carbono disponible de manera constante y eficiente en todo el mundo. Microsoft casi pierde su lugar en la lista debido a su red particularmente fuerte de poderosos grupos comerciales intersectoriales que se oponen a la política climática, como la Cámara de Comercio de Estados Unidos, que Apple ha denunciado públicamente por boicotear políticas sobre el clima.

Uno de los factores que hacen elegible a las compañías de la lista A es la fuerte participación de los CEOs en mensajes de apoyo a políticas climáticas detalladas: destacan Paul Polman de Unilever, Tim Cook de Apple y Feike Sijbesma de DSM.

Otras compañías que parecen haber integrado la transición energética en sus productos y procesos lo que hace que las incluyan en la lista A como las empresas químicas AkzoNobel y Royal DSM (menos dependiente de la energía de combustibles fósiles para sus procesos químicos) e industriales como ABB y Siemens (tecnología renovable y los sistemas de eficiencia industrial son una parte creciente de su cartera de productos).

Varias compañías pueden entrar en la lista A en el futuro dada su trayectoria actual. Utilidades Edison International y EDF tienen un gran apoyo para la política climática, pero en un sector con muchos actores de apoyo. Los nombres estadounidenses de primera línea Walmart, Johnson & Johnson y Pepsico también son líderes, pero no tan estratégicamente activos como sus homólogos de la lista A. Compañías energéticas y energéticamente intensivas Suncor, Statoil, ENI, LafargeHolcim y BHP son líderes del sector y estratégicamente activos, pero aún no lo son impulsores de una política climática ambiciosa que se sustente en el Acuerdo de París.

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