“No son suficientes los CEOs que conectan el rendimiento financiero y cambio climático”

Jonathan Grant
director global de sostenibilidad y cambio climático de PwC
Se hace difícil establecer un vínculo entre las negociaciones globales sobre clima y el día a día de los negocios
26.11.2015 | Opinion

Jonathan Grant, director global de sostenibilidad y cambio climático de PwC, reflexiona sobre los nuevos desafíos que propone la COP21 al mundo de los negocios en el nuevo Informe sobre Cambio Climático y Escacez de recursos de PWC.

En julio de este año, PwC realizó una encuesta sobre las expectativas de crecimiento en el contexto del cambio climático a 142 ejecutivos de todo el mundo. La mayoría de los participantes consideró muy importante fomentar la conciencia pública, el compromiso y la participación, y en este sentido los ejecutivos esperan que los gobiernos nacionales desarrollen políticas claras, coherentes y de largo plazo. También se destacó una motivación de índole personal: el 80% expresó su deseo de proteger los intereses de las generaciones futuras. Sin embargo, más allá de esta noble intención, el sondeo nos muestra a un reducido número de CEOs que está trabajando para lograr establecer en sus compañías la necesaria conexión entre rendimiento financiero y cambio climático.

En general estos son líderes emergentes con perspectivas más amplias de crecimiento económico. Ellos están construyendo un modelo de negocio que incluye la acción sobre el cambio climático, con foco en la eficiencia de costes, una gestión del riesgo más fuerte y nuevas oportunidades de mercado. Concretamente, dirigen empresas que han hecho mejoras en la eficiencia energética y han establecido objetivos de reciclado. Consideran que las acciones sobre el cambio climático representan una ventaja de reputación, y están trabajando para mejorar el valor para el accionista y la construcción de confianza en su organización; de hecho, han llevado estos temas al directorio. Han cambiado la forma en que monitorean y administran el riesgo, y para aprovechar mejor las amenazas y oportunidades del cambio climático se están asociando con proveedores y socios de negocio, incluidos los consumidores.

Además es destacable que alrededor de 160 gobiernos nacionales hayan declarado sus objetivos de reducción de emisiones con vistas a la cumbre de París, lo que representa un significativo avance en cuanto a cómo se piensa el desarrollo de las economías, –esto es: crecer, mientras se reduce o al menos se mantiene el nivel de las emisiones de carbono por unidad de PIB–.  Sin embargo, se estima que los objetivos presentados solo alcanzarían para limitar el calentamiento a aproximadamente 3°C para fines de siglo.

La Cumbre pone un especial foco puesto en el carbón, que es una gran fuente de emisiones. Al respecto, las propuestas  apuntan a eficientizar la producción de energía, mejorar las normas de emisiones, fijar precios para el carbono, y en muchos casos se plantea un mix energético. En segundo lugar, los objetivos reclaman una inversión en infraestructuras de bajo carbono, aptas para el uso de energías renovables o mixtas. También se espera una mayor producción y aprovechamiento de los biocombustibles. Y finalmente, se proponen reformas en el sector financiero para alentar la inversión, lo que a su vez generaría oportunidades para nuevos instrumentos y productos financieros.

Pese a esto se hace difícil establecer un vínculo entre las negociaciones globales sobre clima y el día a día de los negocios –la reglamentación nacional suele ser más relevante e inmediata–Menos de la mitad de los CEOs que entrevistamos (46%) considera que el acuerdo de París aliente la acción climática en su sector, más allá del impacto que pueda tener la cumbre en las regulaciones nacionales.

 

 

Añadir nuevo comentario