El último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) se señala la urgencia de lograr transiciones más "rápidas y de gran alcance" en la energía, la industria, los edificios, el transporte y las ciudades, para alcanzar la meta de “Cero emisiones” en 2050. El reporte enfatiza que si no cambiamos la forma de hacer negocios el aumento de 2°C será devastador para nuestros ecosistemas y para la sociedad. La ciencia pide revisar la meta del Acuerdo de París para considerar metas en 1.5°C y no 2°C, aunque en un revés de las negociaciones de la semana pasada, los líderes mundiales dejaron afuera las recomendaciones científicas.

El profesor Jim Skea, director del “Tercer Grupo de Trabajo del Informe sobre el modelo 1.5°C”   indicó en el evento en Polonia que el capítulo cuatro del reporte presenta recomendaciones y acciones dirigidas a las empresas. “Algunas de las recomendaciones incluyen desinvertir en combustibles fósiles y migrar hacia las energías limpias. En un futuro la movilidad será compartida y eficiente y las empresas deben ver que acá está la rentabilidad”, indicó el profesor.

Skea agregó que si bien cuestionan a las empresas de petróleo por su responsabilidad en el calentamiento global, hay dos empresas que están están entendiendo estas tendencias y presentando escenarios y proyecciones que están siendo incluidas en la base de datos del IPCC.  “Algunas empresas de energía están presentando escenarios futuros relacionados con el impacto del cambio climático y sumándolos a nuestra base de datos. No podemos decir lo mismo de otras empresas y sectores. Es clave pasar del petróleo a otras energías limpias pero esto no sólo compete a la industria petrolera sino a todas las empresas”.

El profesor destacó que el sector más activo en la transición a una economía baja en carbono es el de servicios financieros y que los inversores juegan un rol clave en este sentido. “El sector financiero y de seguros entiende que los riesgos climáticos pueden hacer girar la aguja de sus negocios y por ello se están encaminando a incluir estos riesgos en sus carteras”, indicó Skea. “El Acuerdo de París ha cambiado la melodía de  las empresas, ha cambiado su visión,  pero no es suficiente, necesitamos más ambiciones por ejemplo poniendo un precio al carbono”.

A continuación se presentaron oportunidades de transformación en el sector de la construcción y en la industria del cemento, sobre todo para países en desarrollo. El reporte indica que este sector requiere que la inversión en energía limpia aumente 5 veces, una inversión que ronda los 900 mil millones de dólares. Pero también se indicó que contar con edificios más inteligentes y sostenibles permite una reducción notable del consumo energético. Por ejemplo, las nuevas edificaciones que capturan carbono en Hungría (retrofit carbon houses) han logrado reducir un 95% del consumo energético. “Estos modelos pueden replicarse en los países en desarrollo como América Latina.Estas edificaciones tienen una eficiencia alta por lo que es un buen negocio y no solo una buena inversión”, agregó Skea.

También se mencionó el desafío enorme que existe para las pymes y se propuso como solución involucrarlas a partir de las cadenas de valor de multinacionales. Finalmente se describieron los desafíos del sector del transporte que necesita reducir un 45% de emisiones para lograr las metas climáticas.

Cobertura desde Polonia: María Julia Arana