Entrevista

"El Acuerdo de París lo cambió todo para la banca"

03.10.2018 | Entrevistas

Antoni Ballabriga es Director Global de Negocio Responsable del Grupo BBVA. De visita en Buenos Aires para participar del EduFin Summit organizado por el banco, conversó con ComunicaRSE sobre todos los temas: cambio climático, derechos humanos, paraísos fiscales, la evolución de la sustentabilidad empresaria en España y el rol de los directivos de RSE, entre otros. 

 


En los últimos años BBVA ha centralizado su estrategia de sustentabilidad bajo el paraguas de los “Negocios Responsables”, un equipo que hoy cuenta con 150 colaboradores alrededor del mundo.  Su misión es garantizar que las personas que trabajan en la empresa participen sistemáticamente en los procesos de toma de decisiones. Esto incluye toda la cadena de valor: desde el diseño de las soluciones para el cliente, la comercialización y las ventas, las relaciones con los clientes hasta la tramitación de sus reclamaciones. Además, trabaja para reforzar la cultura del negocio responsable; riesgos sociales, ambientales y reputacionales; informes integrados y acción social.

Ballabriga es enfático al afirmar que “el Acuerdo de París lo cambió todo” para ilustrar cómo la cuestión climática se instaló en el centro de las discusiones financieras. “Frenar el cambio climático requerirá un ambicioso esfuerzo colectivo por parte del sector financiero. Los bancos tienen un papel clave que jugar, dada su posición única como facilitadores de los flujos de capital por sus funciones como prestamistas, inversores y asesores“, añadió.

Es así que alineado con el Acuerdo de París el banco español hizo público este año su ‘Compromiso 2025’ que promete vincular su actividad con el escenario de calentamiento global de no más de 2ºC y lograr un equilibrio entre la energía sostenible y las inversiones en combustibles fósiles. Está basado en tres  ejes de actuación: financiar, gestionar e involucrar. Serán 100.000 millones de euros en financiación verde, infraestructuras sostenibles, emprendimiento social e inclusión financiera.

Aún así, el camino hacía la transición verde no será un lecho de rosas para los bancos. En junio de este año, Greenpeace acusó a BBVA de estar financiando, a través de su filial en Estados Unidos BBVA Compass, a las empresas constructoras de un proyecto de oleoducto que impactaba social y ambientalmente sobre comunidades indígenas de Canadá. Consultado al respecto, Ballabriga es contundente: “aprendimos mucho de ese episodio”. Las matrices riesgo social y ambiental de proyectos en países desarrollados no incluían mecanismos de diálogo con comunidades indígenas. A partir de este hecho, el banco reformuló su política de derechos humanos.

La inclusión financiera financiera tiene para BBVA una doble cara, explica el ejecutivo. Hay un componente social y otro de negocio. El social, tiene como brazo ejecutor a la Fundación Micronfinananzas BBVA y los programas sociales de becas educativas que la empresa ejecuta en los países donde opera. En el plano comercial, la empresa quiere aprovechar los “teaching moments” (adquirir una vivienda, solicitar un crédito)  en la relación con sus clientes, para darle herramientas e información que permitan mejorar su perfil financiero. Para potenciar este trabajo, el banco creó el Centro para la Educación y Capacidades Financieras y promover la importancia de los conocimientos y habilidades financieras, como cuestión fundamental que tiene un impacto directo en el bienestar de las personas.

Ballabriga es un activo protagonista en diversas iniciativas de advocacy en escala europea. Como ejemplo, ha sido elegido para representar a la banca europea en el Comité Directivo Global del Foro de Finanzas Sostenibles de la UNEP FI — Iniciativa Financiera del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente— en el periodo 2018-2020.El Comité trabaja en la definición de un conjunto de indicadores de banca sostenible que estarán listos en septiembre de 2019, luego de un proceso público de consultas que se abrirá en breve. A diferencia de los Principios de Ecuador, que orientan a la banca en la evaluación de los riesgos sociales, ambientales de los proyectos que financia, estos nuevos indicadores buscarán dar un marco de gestión general a los bancos.

Antoni fue por dos años presidente de DIRSE (Asociación española de profesionales de responsabilidad social empresarial). Desde ese lugar, pudo identificar tres momentos distintos en la evolución histórica del “gestor empresario” de sustentabilidad y RSE. En sus inicios, el mandato era contar lo que la empresa hacía, con mucho foco en el reporte, en el “comunicar”. Luego, a medida que la sustentabilidad exige mayor nivel de integración con la estrategia de negocio se hizo necesario “gestionar” para aportar valor y generar  oportunidades de negocios. Finalmente, hoy las empresas empiezan a ver en la sustentabilidad un factor de innovación y los managers de sustentabilidad se ven en la necesidad de “transformar” sus organizaciones. “Cada una de estas etapas exige habilidades diferentes y el reto que tenemos los directivos de sustentabilidad es sumar competencias para estar a la altura”, aporta.

ComunicaRSE también lo consultó sobre los recurrentes informes que dan cuenta de la persistencia de la presencia de empresas del IBEX 35, como BBVA, en paraísos fiscales. “Año tras años nos vamos retirando de los paraísos fiscales. Solo seguimos en aquellos en los que teníamos emitidos compromisos que continúan. Pero nos estamos retirando”, afirma. BBVA viene manteniendo un diálogo con organizaciones activistas como Oxfam al respecto. “Preferimos aquellas organizaciones que se focalizan en analizar los avances que hacen las empresas, y no las que se concentran en observar una y otra vez lo que pasó en los últimos quince años”, agrega.

El estado español estuvo durante algunos años a la vanguardia de la promoción de la responsabilidad social empresaria desde el sector público. Hoy múltiples actores creen que esa tendencia se ha desacelerado. Ballabriga también. Cree que "el Consejo Estatal de la RSE fue una buena iniciativa pero estuvo mal diseñada y no funcionó”. Sin embargo, cree que organizaciones intermedias como Forética y Fundación SERES son las que  siguen siendo grandes impulsores del tema en la Madre Patria.

A diez años de la crisis financiera global el Director Global de Negocio Responsable en BBVA acepta que durante aquel vendaval “vivimos momentos muy malos en la banca en España”. Pero cree que hoy el sistema financiero español está más sólido, que de a poco la confianza del pueblo español se va reconstruyendo y que la sustentabilidad puede aportar mucho más para solidificar esa relación.

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