Los beneficios de la economía colaborativa para el Desarrollo Sostenible

11.01.2018 | Entrevistas

Conversamos con Bruno Lewicki, Director de Políticas Públicas de Airbnb para América Latina, sobre las oportunidades que la economía colaborativa abre para promover el turismo inclusivo y el desarrollo sostenible. 


La economía colaborativa se presenta como un nuevo paradigma económico que promete un vertiginoso cambio económico y socio-cultural. Tal es su impacto que la revista TIME en 2011 ya la calificaba como una de las grandes ideas que cambiarían el mundo. Cuatro años después, la Comisión Europea destacaba el éxito de las plataformas colaborativas, pese a las críticas de los operadores turísticos tradicionales, y cuantificaba su impacto económico a nivel mundial en 28.000 millones de euros. Según la consultoría PwC,  este éxito promete escalar a los 335.000 millones de dólares en 2025.

La plataforma Airbnb se presenta como un caso de la economía colaborativa, pues surgió como un portal con el lema de conectar viajeros y huéspedes de todo el mundo con el fin de compartir alojamiento y experiencias. Con tan sólo 8 años de operaciones, es la segunda empresa más importante en el sector de alquileres vacacionales. Las economías en desarrollo son el foco de su éxito. La empresa espera un crecimiento de las llegadas de turistas internacionales a las economías emergentes dos veces más alto que en las economías desarrolladas, con un 4.4% anual versus un 2.2%.

Airbnb se propone ser una plataforma basada en una economía más responsable y abierta. Con un modelo de turismo que promueva la experiencia compartida y el concepto de comunidad. Asimismo se propone utilizar el turismo como un impulsor del Desarrollo Sostenible y crear oportunidades económicas para comunidades que habitualmente no se benefician del turismo conectándolas directamente con viajeros que buscan experiencias auténticas y locales. 

El año pasado, Airbnb presentó su  Junta Asesora de Sostenibilidad liderada por un equipo de expertos independientes- entre ellos Heather Zichal, ex asistente adjunta del presidente Obama en Energía y Cambio Climático- para moldear y profundizar la visión de sustentabilidad a largo plazo de la compañía.  Asimismo, desde 2016, viene impulsando diversas alianzas con el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y con la Organización de Turismo Mundial de las Naciones Unidas.

En una entrevista exclusiva, Bruno Lewicki, Director de Políticas Públicas de Airbnb para América Latina, destacó los resultados de los análisis ambientales llevados adelante por la compañía que muestran concretamente el interés de los clientes por los beneficios ambientales de la práctiva del "home-sharing".  

Solo en 2016, en América del Norte y Europa, los viajeros que eligieron Airbnb se hospedaron en más de 900.000 hogares, redujeron el uso de agua equivalente a 10.800 piletas olímpicas y disminuyeron las emisiones de gases de efecto invernadero equivalentes a 1,8 millones de autos”, destacó Lewicki.

Agregó que el 72% de los huéspedes encuestados por Airbnb afirman que los beneficios ambientales del uso compartido de la vivienda jugaron un papel clave a la hora de elegir viajar a través de esta plataforma.

La última alianza firmada por Airbnb en 2017 fue con el Banco Interamericano de Desarrollo. Lewicki describó esta alianza como un acuerdo a largo plazo  que busca conocer el impacto del home-sharing en el desarrollo de América Latina y el Caribe y en su contribución al desarrollo de los destinos turísticos emergentes y sostenibles.

“La alianza prevé la realización de un estudio de impacto, intercambiando información agregada de Airbnb regularmente, así como información sobre tendencias de viaje a lo largo de América Latina y el Caribe. La alianza también hará posible la organización de foros para la discusión y análisis de políticas sobre la economía colaborativa y otros modelos innovadores en sectores como el turismo”, dijo Lewicki.

Asimismo, explicó las acciones que se llevaron adelante en 2017 a raíz del compromiso pronunciado por el CEO de Airbnb ante las denuncias por sesgos raciales intencionados de los anfitriones de la plataforma. Lewicki explicó que una de las principales estrategias fue diseñar la Política de No Discriminación y una Guía para la identificación de prejuicios y discriminación en la plataforma. Esta guía fue desarrollada junto a dos psicólogos de las Universidades de Harvard y Lawrence para identificar prejuicios más comunes y ofrecer a los anfitriones herramientas para abordar el tema.

También admitió que la escasa diversidad dentro de la empresa podría haber obstaculizado los esfuerzos en hacer la plataforma más inclusivas. Agregó que a partir de este diagnóstico la compañía diseñó una "Regla de Diversidad", una política que exige que entre los candidatos a posiciones del nivel senior se incluya a mujeres y candidatos de orígenes con baja representación. Destacó que esta política se aplica en todas las oficinas alrededor del mundo, incluida América Latina.

Finalmente, Lewicki invitó a leer un Reporte recién publicado que evalúa aspectos de diversidad e inclusión en la plataforma Airbnb. Se trabajó en el diseño de este reporte  junto a Laura Murphy, ex jefe de la Oficina Legislativa de la Unión de Libertades Civiles de Washington D.C. (American Civil Liberties Union’s Washington D.C. Legislative Office). Sus resultados sirvieron de disparador para la creación de un equipo permanente dedicado la Diversidad y originó la necesidad de diseñar una Política de No Discriminación.

Entrevista: María Julia Arana

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