En julio de 2012, unos 2.000 trabajadores de PT. Panarub Dwikarya (PDK), parte del Grupo Panarub, se declaró en huelga para exigir el pago del salario sectorial provincial, la mejora de las condiciones de trabajo y el derecho a la libertad de asociación. El 23 de julio de 2012, la fábrica despidió a 1.300 trabajadores que participaron en la huelga. Cinco años despúes, unos 327 trabajadores no han recibido su indemnización por despido.

En octubre de 2016, el Comité de Libertad Sindical de la OIT concluyó en su informe provisional que el despido de los trabajadores de PDK era injustificado y constituía un abuso del derecho fundamental de los trabajadores a la libertad de asociación, de acuerdo con las normas de la OIT.

En su reclamo, Clean Clothes Campaign insta a Adidas a usar su influencia sobre Panarub y exigirles que paguen a sus ex trabajadores por su indemnización. La ONG argumenta que Adidas se ha relacionado directamente con el abuso de los derechos de los trabajadores a través de su relación comercial con Panarub y ha contribuido a ello al tolerar la negativa de su proveedor a proporcionar reparación a los trabajadores de PDK.

Clean Clothes Campaign argumenta que Adidas ha violado las Directrices de la OCDE para Empresas Multinacionales y los Principios Rectores de las Naciones Unidas sobre Empresas y Derechos Humanos, que establecen que las empresas deben evaluar sus riesgos de derechos humanos, llevar a cabo la debida diligencia de los mismos y en caso de los abusos de los derechos humanos en su cadena de suministro deben mitigar y brindar acceso a la remediación para los titulares de los derechos, en este caso los trabajadores de PDK.

Mirjam van Heugten de Clean Clothes Campaign dice: "En los últimos cinco años, Adidas ha utilizado insuficientemente su influencia sobre uno de sus principales proveedores de calzado, Panarub, para proporcionar a los trabajadores indemnizaciones por despido. Como consecuencia directa de esto, los trabajadores fueron desalojados de sus hogares o sus hijos abandonaron la escuela porque ya no podían pagar los aranceles escolares. Una mujer murió después de que ya no podía pagar su medicación debido a sus deudas. Adidas tiene la influencia para asegurarse de que las mujeres obtengan lo que legalmente se les debe".

Según la ONG, “Adidas estaba bien informada sobre las violaciones de los derechos laborales en 2012 que finalmente obligaron a los trabajadores a la huelga. La marca líder de ropa deportiva decidió instruir a su proveedor para que deje de producir sus zapatos en la fábrica en disputa; una acción que no evitó que ocurrieran nuevos abusos de derechos. Otras acciones llevadas a cabo por Adidas después de que los 1.300 trabajadores fueran despedidos, no resultaron en una presión efectiva sobre Panarub para proporcionar reparación a los trabajadores”.

Adidas por su parte ha fijado su posición ante la denuncia. El texto puede ser encontrado en la web de la organización Business & Human Rights.