La violencia contra una mujer en cualquier lugar es una amenaza para la paz en todas partes

Guy Ryder
Director General OIT
Para acabar con la violencia contra las mujeres debemos garantizar el respeto de sus derechos fundamentales
28.11.2016 | Opinion

"Para acabar con la violencia contra las mujeres debemos garantizar el respeto de sus derechos fundamentales y liberarnos de las ataduras de los prejuicios, la misoginia y la desigualdad. El camino que hay que seguir es claro y la OIT seguirá trabajando hasta lograr eliminar la violencia en todo el mundo del trabajo," dice el Director General de la OIT Guy Ryder.

Cuando una mujer es acosada, humillada o agredida en el trabajo la noción misma de trabajo decente para todos peligra y todos por igual perdemos un poco de nuestra libertad. Cuando una mujer se presenta al trabajo herida en su integridad física y mental, todos nosotros, sin excepción, tenemos el deber de posicionarnos.

En este Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer hay que afirmar claramente que la igualdad de género no solo es el medio para eliminar la violencia en el mundo del trabajo sino también el objetivo al que aspiramos.

La visión tradicional según la cual hay que proteger a las mujeres en razón de su “vulnerabilidad”, las encasilla en el papel de víctimas. Vamos a centrarnos más bien en transformar los estereotipos de género y las relaciones de poder desiguales entre hombres y mujeres que alimentan esa violencia.

La situación es desoladora. Como se indicó en la reunión de la OIT  sobre La violencia contra los hombres y las mujeres en el mundo del trabajo  que tuvo lugar en octubre pasado y en la que participaron expertos gubernamentales, trabajadores y empleadores:

  • la violencia y el acoso pueden impedir que las mujeres se incorporen al mercado de trabajo y permanezcan en él, especialmente en los sectores y trabajos dominados por los hombres;
     
  • los trabajadores, en particular las mujeres trabajadoras, corren peligro cuando se espera que presten servicios sexuales o toleren el acoso ya sea para poder conseguir un trabajo o un ascenso, mantener un empleo o cobrar su salario;
     
  • las mujeres están desproporcionadamente representadas en empleos de baja remuneración, sobre todo en los segmentos inferiores de las cadenas de suministro, y con demasiada frecuencia son objeto de discriminación, acoso sexual y otras formas de violencia y acoso en el lugar de trabajo;
     
  • la violencia y el acoso no pueden considerarse como "un elemento inherente al trabajo" ni en el caso de las mujeres ni en el de los hombres.

La OIT está llevando a cabo estudios para entender más claramente por qué razón las mujeres se ven afectadas de forma desproporcionada por la violencia y el acoso en el lugar de trabajo y qué medidas habría que adoptar para prevenir ese tipo de comportamientos y protegerlas contra ellos. Es más, los gobiernos, los empleadores y los trabajadores de todo el mundo se están preparando para elaborar nuevas normas internacionales del trabajo sobre violencia y acoso contra las mujeres y los hombres en el mundo del trabajo, que se examinarán en una primera discusión en la reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo de junio de 2018.

Para acabar con la violencia contra las mujeres debemos garantizar el respeto de sus derechos fundamentales y liberarnos de las ataduras de los prejuicios, la misoginia y la desigualdad. El camino que hay que seguir es claro y la OIT seguirá trabajando hasta lograr eliminar la violencia en todo el mundo del trabajo.

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