Para sus autores, los negocios inclusivos son una herramienta con un enorme potencial, que pretenden integrar en las cadenas de valor de las empresas –en el corazón de sus negocios– a comunidades de bajos ingresos o a grupos expuestos a algún tipo de vulnerabilidad. Una integración que puede darse de múltiples formas: como clientes, como proveedores, como distribuidores o como empleados. Se trata de negocios que deben ser rentables y, a la vez, generar un impacto social positivo, que mejore las condiciones de vida de esas personas.