Chile y Google conectan Sudamérica con Asia mediante el cable submarino Humboldt

En un paso histórico hacia el fortalecimiento de la conectividad digital en la región, esta semana se confirmó la firma del acuerdo entre el Gobierno de Chile y Google para la construcción del cable submarino Humboldt, una infraestructura de fibra óptica que enlazará a Sudamérica con Asia y Oceanía a través del Océano Pacífico.

Este ambicioso proyecto contempla la instalación de un cable de más de 14.000 kilómetros de longitud, que se extenderá desde Valparaíso, en la costa chilena, hasta Sídney, en Australia, con una estación intermedia en la Polinesia Francesa. Su propósito principal es mejorar la velocidad, seguridad y eficiencia del tránsito de datos entre continentes, con beneficios tecnológicos y económicos de gran alcance.


Un avance estratégico para Latinoamérica

El cable de Humboldt será la primera conexión directa de este tipo entre América del Sur y Asia-Pacífico, rompiendo la dependencia de rutas indirectas que hasta ahora enlazaban a ambos bloques a través de Estados Unidos y Europa. Según el sitio web del Gobierno de Chile, esta conexión “posibilitará el desarrollo de herramientas de altísima tecnología”, fomentando nuevas capacidades en sectores emergentes como el software y la inteligencia artificial (IA).

Además, el país se posicionará como un “Hub Digital” regional, consolidando su rol como plataforma de innovación tecnológica, atracción de inversiones y centro de procesamiento de datos de alta gama.


¿Cómo será el cable de Humboldt?

El cable será una fibra óptica de alta capacidad, con un diseño especialmente robusto para resistir las condiciones extremas del fondo oceánico. En la zona más profunda —a 4.000 metros bajo el nivel del mar— el cable tendrá un diámetro de apenas 17 milímetros, mientras que al acercarse a la costa podrá llegar hasta los 10 centímetros de espesor debido a capas protectoras adicionales.

Patricio Rey, gerente general de Desarrollo País, la empresa chilena encargada de ejecutar el proyecto, destacó que se trata de una estructura altamente segura y difícil de intervenir. “Es mucho más sencillo intervenir canales de comunicación en tierra. Cualquier intento de intervención en el cable submarino se detecta rápidamente”, explicó en entrevista con Expreso Bío Bío.

Los principales riesgos físicos para el cable incluyen los terremotos, las anclas de embarcaciones y la pesca de arrastre. Por ello, se están desarrollando medidas específicas de protección en zonas costeras, así como estudios de sismicidad para garantizar la seguridad de la infraestructura.


Tecnología de vanguardia para una conexión sin fronteras

El sistema contará con repetidores cada 50 a 70 kilómetros, dispositivos que permiten amplificar la señal de fibra óptica para mantener su calidad a lo largo de grandes distancias o en presencia de obstáculos naturales. Además, la estación de alimentación en la Polinesia Francesa permitirá mantener la energía del cable a lo largo de su extensa travesía submarina.

Este será el segundo gran enlace internacional de Chile, que ya cuenta con un cable submarino que lo conecta directamente con Estados Unidos. Se espera que la instalación del cable Humboldt comience este mismo año, y que su operación oficial inicie en 2026.


Una puerta al futuro digital

El proyecto no solo representa un hito para Chile, sino también para toda Latinoamérica, al mejorar las capacidades digitales y abrir oportunidades en campos como el comercio electrónico, la educación virtual, la inteligencia artificial y la economía del conocimiento.

Gracias al cable de Humboldt, Chile se proyecta hacia el futuro como un actor clave en la infraestructura digital global, capaz de tender puentes tecnológicos entre continentes y democratizar el acceso a la conectividad avanzada en todo el hemisferio sur.