Piden limitar la publicidad de alimentos dirigida a niños

09.06.2011 | América Latina

El Instituto Brasileño de Defensa del Consumidor (Idec) y el Proyecto Niños y Consumo, del Instituto Alana, analizaron campañas de publicidad y composición nutricional de 18 productos de 12 empresas multinacionales de alimentos que se comprometieron con organismos internacionales a limitar la publicidad dirigida a los niños. Los resultados del estudio, realizado en el marco de la campaña mundial contra la promoción de alimentos dañinos a la población infantil, mostraron que esta práctica no se ha adoptado en Brasil, a diferencia de lo que sucede en la Unión Europea (UE), Estados Unidos y la Organización Mundial de la Salud (OMS).


 

En los acuerdos establecidos, las compañías se comprometieron voluntariamente a no hacer publicidad o adoptar prácticas de marketing de alimentos y bebidas no saludables dirigidas a niños hasta los 12 años.
El estudio comparó la publicidad prácticas adoptadas en Brasil con aquellas realizadas por las empresas en los países desarrollados, y evaluó el contenido nutricional de los productos anunciados.
En 10 de las 12 empresas encuestadas, se identificó la existencia de publicidad de alimentos y bebidas dirigidos al público infantil. De ellas, 11 han adoptado un doble estándar de conducta; o sea, si aplicaran en Brasil la autorregulación comprometida en otros países, no podrían llevar a cabo este tipo de campañas, bajo pena de violación de sus propias normas.
"Estas mismas empresas imponen a los consumidores brasileños publicidad de bebidas y alimentos poco saludables dirigida a los niños, una práctica ya asumida como irregular en otros países", dice la abogada de Idec, Daniela Trettel, encargada de coordinar la investigación. "Es como si fuéramos ciudadanos de segunda clase", concluye.
Aunque en dos empresas analizadas no fue identificado este tipo de publicidad en el período examinado, todas adoptan algún tipo de publicidad o de marketing dirigida a los niños, como por ejemplo el uso de los personajes animados (fotos, dibujos, personajes y personalidades admiradas por los niños). Si la regulación de la Anvisa estuviera en vigor, todo sería ilegal.
En relación al contenido nutricional de los alimentos y bebidas estudiados, algunas empresas tienen sus propios patrones de nutrición. Para evaluar la pertinencia de los valores adoptados y evaluar los productos de empresas que no tienen ningún patrón propio, Idec y el Proyecto Niños y Consumo del Instituto Alana utilizaron como referencia el texto de la Consulta Pública 71/2006 de Anvisa que aporta algunas cifras sobre lo que el organismo estatal considera una alimentación sana para los niños. La Anvisa también considera ilegal el uso de personajes animados, junto a la imagen del producto.
Sobre esta base, el estudio reveló que todos los productos analizados no podrían tener publicidad dirigida a los niños, porque no respetan los límites considerados saludables por Anvisa. Y, aunque la resolución de la consulta pública aún no ha entrado en vigor, las normas de nutrición y los límites presentes en el texto, tienen base científica y plantean la necesidad de regulación.
"Los datos del Ministerio de Salud estiman que en el país un 30% de los niños y niñas tiene sobrepeso y que un 15% de ellos están obesos. La publicidad y otras prácticas de promoción publicitaria dirigida a los niños deben terminar pues se trata de un problema de salud pública", considera Isabel Henriques, coordinadora general Proyecto Niños y Consumo del Instituto Alana.
El estudio de esta entidad y de Idec se dio a conocer en una mesa redonda realizada el 10 de marzo pasado al que asistieron alrededor de 600 personas para escuchar las intervenciones de especialistas en torno al tema de la promoción de alimentos dañinos dirigida a la población infantil, problemática central de la campaña lanzada por CI este año con motivo de la celebración del Día Mundial de los Derechos del Consumidor el 15 de marzo.

En los acuerdos establecidos, las compañías se comprometieron voluntariamente a no hacer publicidad o adoptar prácticas de marketing de alimentos y bebidas no saludables dirigidas a niños hasta los 12 años.

El estudio comparó la publicidad prácticas adoptadas en Brasil con aquellas realizadas por las empresas en los países desarrollados, y evaluó el contenido nutricional de los productos anunciados.

En 10 de las 12 empresas encuestadas, se identificó la existencia de publicidad de alimentos y bebidas dirigidos al público infantil. De ellas, 11 han adoptado un doble estándar de conducta; o sea, si aplicaran en Brasil la autorregulación comprometida en otros países, no podrían llevar a cabo este tipo de campañas, bajo pena de violación de sus propias normas.

"Estas mismas empresas imponen a los consumidores brasileños publicidad de bebidas y alimentos poco saludables dirigida a los niños, una práctica ya asumida como irregular en otros países", dice la abogada de Idec, Daniela Trettel, encargada de coordinar la investigación. "Es como si fuéramos ciudadanos de segunda clase", concluye.

Aunque en dos empresas analizadas no fue identificado este tipo de publicidad en el período examinado, todas adoptan algún tipo de publicidad o de marketing dirigida a los niños, como por ejemplo el uso de los personajes animados (fotos, dibujos, personajes y personalidades admiradas por los niños). Si la regulación de la Anvisa estuviera en vigor, todo sería ilegal.

En relación al contenido nutricional de los alimentos y bebidas estudiados, algunas empresas tienen sus propios patrones de nutrición. Para evaluar la pertinencia de los valores adoptados y evaluar los productos de empresas que no tienen ningún patrón propio, Idec y el Proyecto Niños y Consumo del Instituto Alana utilizaron como referencia el texto de la Consulta Pública 71/2006 de Anvisa que aporta algunas cifras sobre lo que el organismo estatal considera una alimentación sana para los niños. La Anvisa también considera ilegal el uso de personajes animados, junto a la imagen del producto.

Sobre esta base, el estudio reveló que todos los productos analizados no podrían tener publicidad dirigida a los niños, porque no respetan los límites considerados saludables por Anvisa. Y, aunque la resolución de la consulta pública aún no ha entrado en vigor, las normas de nutrición y los límites presentes en el texto, tienen base científica y plantean la necesidad de regulación.

"Los datos del Ministerio de Salud estiman que en el país un 30% de los niños y niñas tiene sobrepeso y que un 15% de ellos están obesos. La publicidad y otras prácticas de promoción publicitaria dirigida a los niños deben terminar pues se trata de un problema de salud pública", considera Isabel Henriques, coordinadora general Proyecto Niños y Consumo del Instituto Alana.

El estudio de esta entidad y de Idec se dio a conocer en una mesa redonda realizada el 10 de marzo pasado al que asistieron alrededor de 600 personas para escuchar las intervenciones de especialistas en torno al tema de la promoción de alimentos dañinos dirigida a la población infantil, problemática central de la campaña lanzada por CI este año con motivo de la celebración del Día Mundial de los Derechos del Consumidor el 15 de marzo.